Plaza de Toros de Alcalá del Júcar
Alcalá del Júcar un pueblo con encanto, cuenta con una de las plazas de toros más originales por su forma irregular. Sobre su construcción no se sabe gran cosa aunque esta plaza cuenta, con más de 200 años, estando considerada como una de las más antiguas de España. Antes de levantarse la plaza, allí había una era para trillar enclavada en la roca y con anterioridad, la ermita de San Pedro. Pese a esta supuesta antigüedad no está nada claro la fecha de su construcción, hay publicaciones que indican también que se construyó en 1902. La portada está realizada a base de sillares y el resto, hasta nivelar el punto más alto es mampostería trabada con mortero de cal, por otro lado, las gradas están esculpidas en la roca y los muros son de adobe, habiéndose utilizado, además, el barro, la grava y el ladrillo. En cuanto a su forma, esta plaza es ovalada y desde arriba recuerda una lucerna paleocristiana. La plaza tiene dos puertas para el servicio público que dan acceso a las localidades de sol y sombra y otra principal, por donde entran los toreros, tiene también un corral y los respectivos chiqueros, aunque no cuenta con cuadras. El día 8 de agosto, coincidiendo con las fiestas de Alcalá del Júcar, hay un tradicional “encierro” con el recorrido de costumbre, desde la Cañada hasta la Plaza de Toros, seguida de una capea.